lunes, 24 de agosto de 2009

Subida a los Lagos de Covadonga

Llegó la hora de la verdad. Madrugamos para llegar pronto y así que el resto de amigos que vienen a acompañarnos durante la gesta puedan subir en coche. Aún así, cuando llegamos a Covadonga el paso estaba ya cerrado desde las 8:30 de la mañana. Así que nos toca subir solos en bici.

Al llegar al aparcamiento del Santuario grata sorpresa. No voy a ascender sólo. Seremos tres incluido el amigo que me acompañó en la primera ocasión. Oscar, David y Yo. Por desgracia, Pau y Chus se quedan sin subir por no tener bicicleta.

Después de preparar las bicis nos disponemos a comenzar la subida. Yo me marqué un ritmo para la subida. Las primeras rampas fueron bastantes duras. Cuando llevaba 1 km de subida se me salió la cadena al intentar meter el plato mediano. A partir de ese momento me quedé sólo en la subida. Por el camino me adelantaba algún que otro ciclista que iba más fuerte que yo, pero a pesar del día tan bueno que hacía no me pasaron tantos ciclistas como en el primer intento hace ocho años. Es más, calculo que fueron 30 aproximadamente.

Después de los dos duros kilómetros iniciales, los dos siguientes se hicieron más llevaderos. Cuando acabé con ellos volvieron otros dos km bastantes duros, hasta que llegué a la temible La Huesera. Miras hacia arriba y se te viene el mundo encima. Lo mejor es agachar la cabeza y pedalear. En La Huesera eché de menos no poder meter el piñon más grande por problemas mecánicos y se hizo larga pero a riñonazo la subí como pude, zigzagueando de vez en cuando para relajar las piernas. Como anecdota, un ciclista que me pasó ahí me dijo "venga mas movimiento chico, mete el piñon más grande que te queda". Por que ya me había adelando que si lo agarro... En dicho tramo conseguí pasar a tres ciclistas que me habían pasado anteriormente. Seguro que habían pagado el fuerte ritmo inicial. Una vez pasada el temible tramo, el pequeño descanso me supo a gloria. Pero lo bueno se acaba pronto y empezaba la ascensión al Mirador de la Reina. Pero ahí, la psicología hace mucho. Si he pasado La Huesera puedo con todo. Tiene tramos muy duros y se hizo muy largo pero ni comparación con La Huesera. Habia cogido el ritmo y ya nada me detendría. Cuando llegué al Mirador de la Reina, el tramo llano me permitió coger fuerzas para afontar el último tramo duro que me quedaba. Cuando llegué a divisar el lago Enol me cambió la cara. Bajada hacia Enol y una pequeña subida hasta La Ercina de poco menos de 1 km. Pecata minuta.


Desde arriba me hice la foto para acreditar la subida y realicé una llamada a los colegas. ¡¡Buenas noticias!! Chus había emprendido la subida con la bici de David, pero sin agua. Volví al bar a comprar agua y bebida para darle a Chus en la bajada porque con el día que estaba haciendo lo necesitaría.


Al comenzar la bajada tuve que subir el par de repechos duros que había gozado anteriormente, aunque no fue para tanto. Comencé la bajada propiamente dicha, y pasado el mirador de la Reina, a unos 500 metros más abajo estaba Chus, deshidratado y exhausto. ¡¡¡ Pero como haces esa locura !!! Se hidrató y comenzamos el descenso. En la huesera alcanzamos una velocidad de 63 km/hora y frenando de vez en cuando. Al final llegamos a Covadonga sanos y salvos. Misión cumplida.

Chus, el próximo año lo intentamos otra vez si quieres, porque como bien dices, si hubiesemos salido a la vez y con agua hubiesemos llegado los dos.

Después nos fuimos a comer a la finca privada de una empresa de descenso del Sella al lado del rio hasta que vino el dueño y nos hechó de forma muy "amigable". Jajaja que bien lo pasamos. Por lo menos nos dió tiempo de darnos un baño para quitarnos el hedor de encima y dar unos mordiscos al bocata de tortilla...


Preparación Ruta de los Lagos de Covadonga

El jueves pasado decidí realizar la subida a los Lagos de Covadonga. Ya había comprado la baca del coche y el portabicis unos dias antes, al igual que las cubiertas lisas y cámaras de 1.50 para que la bici no se agarre tanto al asfalto.

La previsión del tiempo era soleado.

El viernes, nada más llegar a La Borbolla me puse a montar la baca en el coche sin problemas. Con el portabicis tardamos un poco más. A continuación, nos pusimos a cambiar las cubiertas y camaras de las ruedas. Una vez montadas, y después del susto al creer que las medidas de la cámara no eran las correctas observé que ahora no entraba el último piñón. Un inconveniente a la hora de afrontar las rampas más duras de los lagos. A perro flaco todo son pulgas.

Ruta La Borbolla - Siejo - Alevia

Una vez que ya tenía cogido un poco de forma, el siguiente paso fue aumentar el número de kilómetros que venía realizando. Pasar de veinte y tantos a treinta y tantos. Así que me decidí por realizar la ruta de La Borbolla a Siejo (Panes) que son 17 km. La ida es bastante sencilla, aunque hay alguna que otra rampa que se hace duro, gran parte del recorrido tiene tendencia descendente, aunque para la vuelta es al contrario. Una vez llegué a Siejo, me entró el gusanillo de subir a Alevia.


Alevia es un pueblo pequeñito que está a 3 km de Siejo encaromado en el alto de un monte. Desde Siejo hay un desnivel de 300 metros de altitud. Vamos que de media es una subida al 10%. Teniendo en cuenta que casi el primer km la subida es muy ligerita... pues las rampas pueden que sean algunas entre el 15% y 20%. La última llegando a la iglesia es terrorifica. Eso sí, desde la iglesia se puede observar unas vistas impresionantes de todo el valle de Peñamellera Baja.

Cuando comienzas la ascensión, durante unos 600 o 700 metros la pendiente no es muy dura, hasta que ves como si la carretera se quebrase debido al cambio brusco de pendiente. Hay te empiezas a acojonar un poquito, y digo poco porque la carretera gira en sentido contrario a las agujas del reloj mientras va ascendiendo la montaña y se pierde la visión de la misma. Pero a medida que te vas acercando al punto que anteriormente perdias la visión de la carretera comienzas a ver como ésta se va empinando cada vez más y observas una rampa recta que parece no tener fin. Aquí tuve que meter todo el desarrollo que tenía o más y aún así a veces tenía que zigzaguear. Posteriormente se llega a un pequeño descanso de 15 metros que saben a gloria para continuar con una serie de curvas en herradura. Creía que la carretera llegaba al infierno hasta que divisé la iglesia. La última rampa de la iglesia fue bestial. Llegué roto arriba.

Después de contemplar las vistas y beber hasta saciar mi sed me puse de regreso a casa. El regreso no es que sea muy duro, pero después de subir a Alevia me las vi y deseé para llegar a casa.

Ese día supe que lograría mi objetivo este verano.

Ruta La Borbolla - El Peral - La Franca - Bojes - Noriega

Otra de las rutas que contiene rampas de muy alta pendiente es la carretera que va de La Franca a Bojes. el tramo duro será menos de un kilometro pero hay rampas con más de un 10 % de desnivel.

En esta ocasión salí de La Borbolla dirección a Noriega por la AS-343. Tomé el desvio a mano izquierda dirección a Colombres hasta llegar a El Peral. Allí hice un alto en el camino para hinchar las ruedas de la bicicleta en la gasolinera. Desde allí continué hasta la Franca por la carretera N-634, para coger el desvio a mano izquierda que indica "Tresgrandas". Nada más coger dicho enlace se debe tomar el desvio de la izquierda hacia Bojes. Al principio es un falso llano hasta que comienzan las rampas duras. Son tan duras que hasta los oriundos del pueblo se sorprenden cuando me ven pasar... jejeje. Una vez en Bojes, hay que ir dirección a Noriega de nuevo para continuar de regreso a casa. En total unos 22 km.

Ruta La Borbolla - Buelna

Una vez que ya estaba empezando a coger un poco de fondo sobre la bici, quería probarme a la hora de afrontar una subida un poco más difícil, no por el porcentage de las rampas, que sin duda las había muy altas cercas de La Borbolla, si no por la distancia. El 14 de marzo me fijé como objetivo ir a Buelna por la Sierra.

Como casi siempre, tomé la AS-343 dirección Pie de la Sierra. La subida la hice con plato mediano para mi asombro. Continué por la AS-346 para después tomar el desvio a mano izquierda dirección Buelna por la LLN-4. En dicha vertiente, la subida es de poco más de un km pero la pendiente media es aproximadamente de un 9%. Después le sigue un llano y la bajada por la otra vertiente de unos 2 km al 8% de pendiente. Una vez llegado a Buelna queda el regreso por la vertiente que acababa de descender. El último kilometro se me hizo bastante duro pero conseguí realizarlo sin echar pie a tierra. Mención especial a las vistas existentes en el alto.

Figura 1: Vista desde el Alto de la Sierra

Ruta La Borbolla - Unquera - Vilde - Villanueva

El 8 de marzo del 2009 quería ir hasta Unquera. Mi elección era ir hasta Villanueva por la AS-343 y de allí coger la carretera hacia Colombres. Cual fue mi sorpresa que me encontré un desvio hacia Vilde que intuía que podía llevarme a Unquera. Así que hice caso a mi instinto y me decidí a tomarlo. Wuahhhh menuda bajada. Me puse a 60 km/hora y frenaba de vez en cuando por miedo a sufrir una caida ya que por aquel entonces no llevaba casco. Cuando llegué abajo (Vilde) me dije "a la vuelta tengo que subir por aquí".

Parque de VildeFigura 1: Parque de Vilde

Continué hasta Unquera y después de hacer unas gestiones emprendí el regreso por Vilde para afontar la subida que me había impresionado tanto. Es un camino asfaltado que une dicho pueblo con Villanueva. Tiene 1.5 km de ascensión pero las rampas inicial y final son bastante duras. La ascensión se inicia pasado el bar de Vilde a mano derecha. Vamos, que la pendiente te indica el camino. Cuando llegué arriba estaba extasiado. Un subidón de adrenalina.

Subida Vilde a Villanueva
Figura 1: Subida Vilde a Villanueva

Después continué el camino de regreso a casa por la carretera de siempre.

Ruta La Borbolla - Purón

El 7 de febrero del 2009 tocaba ir a Purón. Era la primera vez que iba a hacer más de 20 km sobre la bicicleta. Recuerdo que hacía mucho frio y llovia un poco, pero eso no hizo que me quedase en casa. Toda la ruta va por carretera asfaltada y sin apenas tráfico. Una vez salí de La Borbolla tomé la carretera AS-343 dirección Pie de la Sierra. Como casi todos los fines de semana subí el repecho de 1 km que cada día se hace menos duro. Continué por dicha carretera hacia Puertas y un kilometro antes de llegar a la carretera general tomé un camino hormigonado a mano izquierda que une la AS-343 con la LLN-5. Dicho camino tiene una fuerte bajada y posterior subida que hace que eches el pie a tierra, sobre todo si está mojado. Una vez llegado a la carretera de Purón es todo cuesta abajo hasta el pueblo. Desde la iglesia del pueblo situada en un alto se tienen unas bonitas vistas.


Figura 1: Iglesia de Purón

Tampoco se puede dejar de ver el nacimiento del rio Purón. El camino es de tierra y barro de unos 3 km en falso llano. Todavia recuerdo la granizada que me cayó a la vuelta. Como dolían los jodios cuando me golpeaban en las piernas.

Figura 2: Nacimiento rio Purón

Recordando promesas

A primeros de año del 2009 recordé cierta promesa que hice frente al "Mirador de la Reina" y me puse manos a la obra. La bicicleta la tenía en La Borbolla, así que aprovecharía los fines de semana que estuviese allí para andar un poco. Además de hacer un poco de ejercicio que siempre es bueno y adelgazar unos kilitos que me sobrán, pues también me serviría para conocer un poco más la zona.

Pinitos con la bicicleta

Todo empezó hace ya más de 8 años cuando intenté subir en bicicleta los Lagos de Covadonga. El reto lo compartí con un gran amigo que se animó -o lo engañé- a intentarlo juntos. Por aquel entonces ni siquiera teniamos bicicleta y ni que decir tiene que no realizamos entrenamiento previo antes de afrontar la subida al mítico puerto. ¿Para qué.? Así que el desenlace estaba bastante claro... Fracaso absoluto.

Aún así, lo intentamos.

Cuando comenzamos a bajar desde el Santuario hacia el desvio, nada más comenzar la subida ya nos dimos cuenta que nos habiamos metido en un callejón sin salida, pero aún así continuamos la ascensión. Las bicicletas eran prestadas. Todavia recuerdo intentando subir el manillar de la bicicleta de mi amigo porque estaba a la medida de su hermana pequeña... jajaja ni siquiera habiamos llevado herramientas jajaja menudo par de pardillos.

Con todo, sacando fuerzas de flaqueza logré llegar al mítico tramo de La Huesera, y entonces supe porque lo llaman así, porque a media camino me hizo echar pie a tierra para vomitar mis últimas fuerzas. Subí el resto del tramo a pie y me senté en un precioso muro para contemplar las impresionantes vistas. "Descanso y luego continuo" pensé. Que iluso. Cuando volví a montar en la bicicleta, mis gemelos se habían transformado en un muro de piedra imposibles de doblar.

Bueno, aunque en algo si que fuimos inteligentes. Menos mal que teniamos coche escoba que nos recogió en donde nos quedamos clavados.

Aunque ese día, desde el Mirador de la Reina me dije: "Volveré para coronarme rey".