martes, 22 de febrero de 2011

Portillo de Lunada

Con una decisión de última hora y sin apenas haber preparado la ruta, el viernes 18 de febrero, una vez acabé de trabajar preparé los bártulos y me fuí hasta Mirones para subir el Portillo de Lunada.



La salida la tomé a las 16:55 y con 24 km por delante me puse un ritmo alto para que no se echase la noche encima. Los primeros km son de calentamiento, hasta que pasas el puente y enfilas dirección a Linto. Las rampas en este punto alcanzan un 12% y hacen mella. Después de un par de km de subida llegamos a una bajada que nos lleva hasta pie de puerto. Desde el desvío de Lunada hasta la cima hay 16 km.

La subida tiene una pendiente media del 8%, pero los km en las piernas hacen daño y el ritmo va descendiendo a medida que vamos ascendiendo. Aún así, el platillo no me fué necesario utilizarlo.

Hasta que no se llega a mitad de puerto no sabía a simple vista hasta donde tenía que llegar. Pero llegado dicho punto ya sabia que iba a tener muy dificil coronar puerto puesto que la noche llegaría sobre las 19:15.

Aún así, estuve a punto de hacerlo. Me quedarón apenas 1.5 km. Unos metros pasado la última curvona decidí volverme porque la visibilidad ya era casi nula. Para muestra un botón.


Y esta fotografía está tomada en el mismo punto anterior, y como se aprecia no se ve ya el cuentakilometro.


El descenso fue una locura. De estar anocheciendo a hacerse de noche pasaron apenas 10 minutos. De loco me debió de tachar el guarda de bosque cuando me vió pasar a mitad de puerto. A punto estuve de decirle si me llevaba en su Jeep...

Aunque no se veía mucho, la carretera se veía. Los peores momentos llegaron una vez bajado el puerto, ir por carretaras secundarias sin apenas visibilidad, la verdad es un poco peligroso. La primera y la última...

Al final, llegué a Mirones a las 20:00 horas sano y a salvo.

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